Cuando se tienen grandes necesidades de agua caliente sanitaria y se dispone de una instalación de energía solar térmica, la solución más recomendable es instalar un acumulador o un interacumulador. Estos dos tipos de depósitos están pensados para aprovechar al máximo la energía solar, acumulándola en aquellos momentos del día en que la radiación es mayor, con el fin de usarla más adelante, cuando sea necesario. Los acumuladores son depósitos que sirven únicamente para acumular el agua ya caliente con ayuda de un sistema de intercambio externo, mientras que los interacumuladores, además de acumular el agua, la calientan para su uso gracias a que disponen de un intercambiador interno (al cual se debe conectar una fuente de calor externa). En[…]