El pellet es un combustible sensible a la humedad y al desgaste físico, por lo que hay que cuidar su almacenaje y transporte.

En esta entrada del blog vamos a tratar ambas cuestiones pero centrándonos en las instalaciones domésticas.

Para el almacenamiento en este tipo de instalaciones, se recomienda un lugar seco, que esté resguardado de la lluvia y el agua, que disponga de una buena ventilación y que esté separado del sitio donde se ubica la caldera.

Existen dos clases de almacenamiento fundamentales: prefabricado (silos, tolvas o contenedores y depósitos subterráneos) y de obra (una sala o habitación de nueva construcción o ya existente pero adaptada para este uso).

La elección del tipo de almacenamiento dependerá de varios factores (cómo es el suministro, cuál es el espacio disponible para almacenar el pellet, cuánto pellet se necesita al año…).

En función de cómo sea el almacenamiento el transporte será de un tipo u otro.

Así, por ejemplo, mientras que para los silos es necesario un camión cisterna con una manguera, para los depósitos subterráneos con trampilla de acceso se puede utilizar cualquier tipo de vehículo basculante.

En Ferroli, disponemos de múltiples soluciones para el transporte y almacenamiento de biomasa, lo cual es indispensable en una instalación de cualquier potencia y combustible, pero aún más importante en instalaciones de biomasa de alta potencia.

Hablamos, por tanto, de una amplia gama de soluciones para uso doméstico e industrial: desde contenedores de un máximo de 238 kg, silos flexibles con estructura de madera y una capacidad máxima de 4,6 m3 o de acero galvanizado y una capacidad máxima de 11,7m3, hasta silos en chapa galvanizada cuadrados o rectangulares con una capacidad máxima de 12,5m3 y circulares con capacidad para 88 m3. Y también, removedores, canales de transporte y cuadros de control.

Si deseas más información, ¡consúltanos!

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