Las energías renovables están a la cabeza en lo que a la creación de empleo se refiere. Un informe elaborado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) indica que ya son más de 7,7 millones de personas de todo el mundo en 2015, las que trabajan en esta industria, un 18% más con respecto al año pasado.

España es el quinto país con más empleo verde de la Unión Europea, por detrás de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Entre los cinco países se crea el 70% del empleo renovable en la UE.

Este aumento de empleo se observa en todos los ámbitos de energías renovables, siendo la energía solar, eólica, biocombustibles, biomasa, biogás y centrales hidroeléctricas, en los que los datos experimentan mayores mejoras.

En la UE, solo contabilizando los trabajadores de la biomasa (342.000), este tipo de energía ocupa el primer puesto, incluso por delante de la eólica (320.000). Tanto en los biocarburantes como en la biomasa y el biogás,  son mayoría los puestos que se generan en la cadena de suministro de la materia prima, de ahí la influencia que tiene en el desarrollo económico local.

La biomasa como energía renovable se obtiene a partir de la gestión forestal de los bosques, cultivos energéticos y serrines. Y son tres las características que la hacen ser una de las energías más eficaces y rentables:

  • Poder calorífico: cuanta mayor energía se libere durante su combustión mayor eficacia.
  • Humedad: a menor índice de humedad, mayor será el poder calorífico.
  • Ceniza: la biomasa utilizada deberá generar pocas cenizas para reducir el coste de mantenimiento.

En el mercado actual encontramos diferentes tipos de biomasa forestal: astilla, pellet, briquetas y leña. Cada una de ellas tiene unas características que, según las necesidades de la instalación, serán más o menos rentables.

Esta energía produce energía eléctrica y térmica, aunque es esta última la más utilizada gracias a su bajo coste y alto rendimiento.

La biomasa no solo ha ayudado a mejorar la tasa de empleo mundial, sino que también se ha convertido en la mejor alternativa para dejar de consumir combustibles fósiles. Además, gracias a este recurso renovable, las instituciones ya están promoviendo el control de bosques y la redacción de instrumentos de ordenación forestal, aprobados y regulados por la administración.

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *