plan-202020-europa

En estos últimos años, por múltiples motivos, se han constatado unas tendencias en el mercado de la climatización que podríamos resumir en los tres puntos siguientes:

1. Mayor compromiso con el medio ambiente que se ha reflejado de forma clara en:

* Normativa más restrictiva en cuanto a exigencia de rendimientos y emisiones. La necesidad de cumplir con el denominado Plan 20/20/20 que, como resumen, implica el compromiso a nivel europeo de que para el año 2020 exista: reducción de los gases de efecto invernadero en un 20%, incremento de la cuota de energías renovables dentro del consumo energético en un 20% e incremento de la eficiencia energética en un 20%.

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Esto ha conllevado una serie de normativas tanto a nivel Europeo (futura ErP) como nacional (RITE, CTE, etc), en las que se marca de forma clara y precisa una exigencia elevada de rendimientos (como por ejemplo nuestro actual RITE, que establece que son respecto a las calderas a gas de nueva construcción, solo sea posible instalar calderas de condensación) y una baja emisión de partículas contaminantes, obligando en muchos casos a la instalación de calderas Clase 5 en emisiones de NOx.

* Obligatoriedad del uso de energías renovables, de nuevo la normativa ha sido un factor fundamental al forzar el uso, por ejemplo, de energía solar.

2. Mayor concienciación social debido a que, por un lado, nos hemos dado cuenta de que al ritmo actual de emisiones de partículas contaminantes a la atmósfera tendríamos un grave problema en un espacio breve de tiempo y, por otro, hemos visto que el actual gasto generado en combustible podía disminuirse de forma significativa con las nuevas tecnologías, lo cual es muy importante en épocas de crisis. En este punto, ha ayudado mucho que desde la Administración central y Autonómica se haya realizado un verdadero esfuerzo, tanto normativo como a nivel de subvenciones y Planes Renove, para favorecer la mejora de las instalaciones de calderas como productos con una mayor eficiencia energética y una menor emisión de partículas contaminantes.

3. Aumento de las necesidades de confort. La sociedad está evolucionando de forma rápida y ya está acostumbrada a unos estándares de confort muy altos a los que no quiere renunciar. Esto implica que nuestra instalación de calefacción tendrá que satisfacer las necesidades de confort de nuestro usuarios, ya no solo consiguiendo una Tª de confort sino haciéndolo en un tiempo mínimo, con un consumo bajo y con un aporte estético importante.

Todo esto ha supuesto un cambio tremendo tanto en la tipología de los generadores de calor instalados como en la propia tipología de instalación. Por ejemplo, cuando en el año 2007 en España la venta de calderas de condensación era meramente simbólica, en el año 2014 son con diferencia las calderas más vendidas en el mercado. Lo mismo ha ocurrido con el incremento de instalaciones de baja temperatura. Todo para conseguir ese mayor rendimiento y, por lo tanto, ahorro en combustible y una disminución importante en la emisión de partículas contaminantes.

Por todo lo comentado, se han generado nuevas necesidades en el sector:

a.- Necesidades de trabajar en instalaciones de baja temperatura, tanto por ahorro de combustible como por confort.

b.- Necesidad de adaptar los componentes básicos de la instalación a esa baja temperatura. Es decir, tanto la propia tipología de instalación (instalación de emisores dimensionados para trabajar en baja temperatura) como los componentes que la forman (calderas previstas para trabajar en instalaciones de baja temperatura) se deben plantear, diseñar y elegir acorde a las nuevas condiciones de trabajo.

En la siguiente publicación iremos ahondando en el correcto dimensionado de la instalación para radiadores de baja temperatura.